sábado, octubre 13, 2007

El cajero automático



Voy a la caja
de ahorros
de Asturias
a cobrar un cheque
de la Fundación Municipal
de Cultura.
Un cheque por valor
de seis mil pesetas,
por la venta de cuatro
ejemplares de mi último
libro de poemas.
Cuando por fin
llega mi turno
y me acerco a la ventanilla,
el cajero
me mira con desconfianza,
me mira como si yo fuera
a sacar en cualquier momento
una pistola y gritar
¡Esto es un atraco!
¡Manos arriba todo el mundo!.
Me exige el carné de identidad,
lo examina cuidadosamente
y después se levanta, sale
y observo que se pone
a charlar con otra persona
y que los dos me miran
y menean sus cabezas.
Luego mi cajero vuelve,
pero todavía se demora
un poco más consultando
no sé qué en unos archivos.
Finalmente, de mala gana,
me acepta el cheque.
Y todo esto
porque ha visto mis tatuajes.
Los dos tatuajes
que llevo en las manos.
En la izquierda,
la estrella de David.
En la derecha,
el rostro
y el bastón de Charles Chaplin.
Pero él, en la estrella
no reconoce el símbolo
de la libertad,
y en el rostro
y en el bastón de Charlot,
no descubre el humor,
la carcajada,
la risa sana.
No. Él no ve nada de eso.
Solo ve dos jodidos tatuajes,
y en consecuencia, una cárcel,
y por tanto, un ex
presidiario.

Yo.

El cajero automático (El demonio te coma las orejas) de David González

(en construcción)

6 perdidos en el laberinto:

Evinchi dijo...

Mi comentario no tiene nada que ver con esta entrada, pero no sabía donde ponértelo.....

....me gusta el nuevo look de tu título, gran acierto las pin ups.

oveja dijo...

pero bueno! es que no evolucionaremos nunca!?

CurroClint dijo...

Ya, que te gusta David Gonzalez. Pues vale.

Necio Hutopo dijo...

Yo no tengo tatuajes (no porque no me gusten... es que la agujas me dan un terror... más o menos por la misma razón tampoco llevo percings o aretes)... pero en cualquier banco me tratan igual, incluso en la sucursal a la que acudo puntual cada 15 días a cambiar el cheque de mi sueldo; carnet de identificación (credencial para votar con fotografía), el cajero no cree que yo sea yo, sino posiblemente mi clon maligno... cotejo de firmas, la del cheque, la de la credencial y la alamacenada en el banco de datos... Seguro que soy mi gemelo malo... desaparición del cajero por uno o dos minutos con el cheque y la identificación a través de la puertita misteriosa que todos los bancos tienen... Promedio para cobrar el cheque cada 15 días; poco más de 30 minutos

Anónimo dijo...

cinco tatuajes
me muestran
a la vergüenza pública

el hombre actual
que se tatúa
es un delincuente
o un modernito

cinco tatuajes
me exponen
a la vergüenza pública

sé por experiencia
que hay alguna truculenta
lacra
en las personas que llevan
tatuajes

cinco tatuajes
me exponen
a la vergüenza pública

pero unas botas
de piel de serpiente pitón
me allanan el camino:

hay que llegarse
a las reservas
para dar con tribus
como la mescalera
que consideran
a quien calza botas
de la hermana serpiente
un matador

ahora ya lo sabes

Daeddalus dijo...

Eso ya lo sé estimado Rolando... ahora cuéntame algo que no sepa.

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