viernes, agosto 03, 2007

Volveré... supongo.








Me voy de vacaciones...

22 perdidos en el laberinto:

Anónimo dijo...

Disfruta y gracias, por los buenos momentos....

Anónimo dijo...

Disfruta mucho de tus vacaciones!!!

Te espero a la vuelta!

Jordi Ventura

Evinchi dijo...

Pásatelo bien, hasta la vuelta.

Oscar dijo...

Echare de menos tus "tonterias".

Pasatelo canalla.



p.d. Traeme algo

Anónimo dijo...

Leo los post de daedaluss -creo que se escribe así- y soy capaz de mantenerme ereccional durante horas, tanto que mi falo tardomudejar me parece, a modo de greguería, un surtidor de adjetivos nada insondables.

Anónimo dijo...

¿Puede una mujer ser al mismo tiempo sanguínea, colérica y melancólica? Probablemente sí, aunque dominará alguno de ellos. En mi caso, por cierto, no sé cual impera, si el humor negro o la flema.

Además soy humorista pues los tres humores habitan en mi

Anónimo dijo...

Ese falo tardomudejar... quiero verlo.

Anónimo dijo...

Como noto algo densa, tal vez turbia como el pensamiento de un profugo malherido, a la amiga daedaluss, vengo a recordarle que la ironía nunca es frívola, aunque despeje brumas mediante la ducha fria. Limpia, además del lodazal de las marchitas metáforas.

Anónimo dijo...

Daedaluss, no se lo tenga usted en cuenta. No olvide que la lista de los faltones más soberbios está encabezada por Rolando. El pobre, con tanta admiradora busca copas ya debe creerse el doctor House en patinete.

Daeddalus dijo...

Estimado amigo Rolando, al margen de que no me gusta su nombre, detalle sin importancia, cierto; pero es que alguien de su porte se merecería otro, estoy tan obnubilada ante la presencia de su durante horas ereccional falo tardomudejar que me he quedado sin palabras disfrutando del espectáculo. Olvidemos por tanto a su alter ego y a sus disculpas desubicadas que no preciso (precisamos) y echemos mano de nuestro más sanguíneo humor yéndonos...

Anónimo dijo...

Ah, pensé que ya se había ido, amiga daedaluss. ¿O era un orgasmo fingido?

Daeddalus dijo...

Me voy, vuelvo, vuelvo a irme... multiorgásmica querido.

Anónimo dijo...

Nunca he aguantado a esos hombres que juegan a ser amigos de las mujeres. No me los creo. Quieren follar por otros medios. Son fingidos, cicateros, mojigatos. Van de comprensivos pero no entienden nada. Su ambigüedad sexual es un disfraz que pretende esconder sus inseguridades. Una patraña que algunas mujeres se creen mientras son jóvenes y aún no han rulado lo suficiente. En realidad, el hombre y la mujer no tienen porqué comprenderse. Basta con que haya respeto y sentido de los límites.Complicidad.
Yo hace tiempo que no me engaño al respecto. Todas las mujeres que me han interesado en la vida lo han hecho porque han despertado un deseo sexual notorio . Después ha venido lo que ha venido. Y es más que probable que alguna de ellas me haya hecho disfrutar de su inteligencia y de su sensibilidad hasta el extremo de preferir la compañía femenina a la masculina pero siempre sabiendo que lo primero, lo más íntimo, lo real era el hecho evidente de querer follar con ellas. Y digo follar porque me encanta su significado. FOLLAR del latín FOLLICARE (DARSE UN RESPIRO ,respirar).
Y digo esto con todo el respeto del que soy capaz de ofrecer. El justo, al menos, para intentar no herir a nadie

Anónimo dijo...

Entré por primera vez en este blog el 3 de agosto. Me di un día para leer. Estoy con las gafas de sol, por el deslumbre. Quizá no sea una profesional, pero supera a unas cuantas que cobarn como tales. Versátil. Variada. Brillante. Practica. Obscena y tierna. Salvaje y delicada. Da cuerpo y tonalidad. Capaz de cortar con una hoja de afeitar y capaz también de dar besos con sus palabras. Corta y Acaricia. Su pensamiento no se detiene ante nada. Es original. Y extensa. Lo abarca todo. Cuenta muy bien las cosas. Se expresa perfectamente tanto en lo concreto como en lo abstracto. Su nivel de calidad y de interés se mantiene siempre a tope. Me hace pensar cosas que yo no había pensado antes. Es decir, que daedaluss, o como se escriba, es un lujo.

Anónimo dijo...

Solo un zafio alter ego de endurecida sintaxis ha podido verbalizar tan azucarero y peloteril comentario sobre las virtudes de daedaluss.
Desde luego cuando algunos se ponen liroforos celestes son infumables.

Daeddalus dijo...

Pueril alabanza de mis virtudes estimado Rolando (que no Ronaldo), cierto, pero dadas sus palabras calificando el verbo de su alter ego de peloteril y azucarero al describir mis virtudes reoconoce implícitamente la existencia de éstas.
Por otro lado bien sabe querido amigo de mi vanidosa modestia, no necesito alabanzas y dígale a su alter (ego) que no se quite las gafas (de sol) que está muy guapo.

Evinchi dijo...

Tengo que decir que me gusta leer al señor Rolando.

Anónimo dijo...

DELICIAS DE AGOSTO
Bien, ya instalado en pleno ferragosto y para *complacer* a las amigas Daedaluss y Evinchi, les comentaré mi jueves tarde. Ha sido lujurioso... bueno, intelectualmente lujurioso. En fin, también con un toque sensorial. He hecho esa cosa habitual, vulgar y deliciosa de leer al sol, en un parquecito tranquilo y así he aprovechado para huir del inicio de las fiestas patronales que asolan mi calle y aledañas.
El parquecito, en concreto, ha sido el del templo de Debod. A los que no sean de Madrid hay que decirles que el templo de Debod es un templo egipcio que, en los años cincuenta, fue desmontado pieza a pieza en Egipto y trasladado y remontado pieza a pieza en Madrid. Es un caso espectacular de viaje de un monumento histórico. Pero, a pesar de sus orígenes móviles, a su alrededor se respira siempre una grata quietud... sólo animada (sosegadamente) por los borboteos del surtidor, el vaivén de los paseantes y la declive del sol en el cielo. El templo de Debod es, ¿aún no lo había dicho?, el mejor sitio que hay en Madrid para contemplar el atardecer. Y siempre tiene ese horizonte de la Casa de Campo con su aire de mar...
Y el libro, uno de Borges que salió hace unos años y que me compré religiosamente, pero que no había leído aún: "Arte poética", la recopilación de las seis conferencias que dio en 1967 en Harvard, en las famosas Norton Lectures (con las suyas del setenta y pocos, Octavio Paz también compuso un libro fértil: "Los hijos del limo"). ¡Qué maravilla Borges! ¡Qué delicada forma de civilización! Son conferencias titubeantes, pero serenas. De un hombre vivo, de un lector: con pasión, sin dogmas. Las pronunció en inglés y están traducidas al español por Justo Navarro. Uno recuerda al Borges oral de tantos libros de entrevistas (los libros de entrevistas con Borges son, quizá, el género más delicioso que existe) y también de las dos entrevistas televisiva de Soler Serrano. Recuerdo que en sus "Ejercicios de admiración", Cioran decía que sólo veía una Utopía posible: la de un mundo habitado sólo por hombres como Borges. Esto, desde luego, sería una auténtica pesadilla borgiana... pero es indudable que no hay nadie menos invasivo que Borges, nadie con un discurso más delicado.
Era un maestro en la coquetería de la humildad. Podríamos acumular ejemplos entrañables. Por ejemplo, estas líneas con las que acaba la penúltima conferencia: "Hoy he hablado de varios poetas, y lamento decirles que en mi última conferencia hablaré de un poeta menor: un poeta cuyas obras no he leído nunca pero cuyas obras he escrito. Hablaré de mí. Y espero que me perdonen por este anticlímax más bien cariñoso."
Hay frases de una finura y una gracia apenas perceptibles, por lo transparentes. Por ejemplo estas del final de su conferencia sobre la metáfora: "Creo, pues, que las perspectivas -incluso después de mi conferencia- son bastante favorables para la metáfora."
Oh, definitivamente es mejor dejarle la palabra a Borges que seguir con mi matraca:
"Yo era entonces un joven muy desdichado. Supongo que los jóvenes son aficionados a la infelicidad: ponen lo mejor de sí mismos en ser infelices, y generalmente lo consiguen."
"Tengo la suerte de contar con muchos amigos admirables, y de ellos se cuentan múltiples anécdotas. Algunas de esas anécdotas -lamento decirlo, estoy orgulloso de decirlo- las he inventado yo."
"El gran escritor y soñador Thomas de Quincey escribió -en alguna de las miles de páginas de sus catorce volúmenes- que descubrir un problema nuevo era tan importante como descubrir la solución de uno antiguo. Pero yo ni siquiera puedo ofrecerles esto; sólo puedo ofrecerles perplejidades clásicas."
"Siempre que he hojeado libros de estética, he tenido la incómoda sensación de estar leyendo obras de astrónomos que jamás hubieran mirado a las estrellas. Quiero decir que sus autores escribían sobre poesía como si la poesía fuera un deber, y no lo que es en realidad: una pasión y un placer."
"Si yo fuera un pensador atrevido (pero no lo soy; soy un pensador muy tímido, y voy avanzando a tientas)..."
"Pienso que la novela está fracasando. Pienso que todos esos experimentos con la novela, tan atrevidos e interesantes -por ejemplo, la idea de los cambios de tiempo, la idea de que la historia sea contada por distintos personajes-, todos se dirigen al momento en que sentiremos que la novela ya no nos acompaña."
"Alguna vez he ensayado una metáfora más bien audaz, pero me he dado cuenta de que resultaría inaceptable por proceder de mí (yo sólo soy un contamporáneo), así que se la he atribuido a algún remoto persa o a algún escandinavo. Entonces mis amigos han dicho que era admirable; y, por supuesto, nunca les he contado que la había inventado yo, pues le tenía aprecio a la metáfora."
"Cuando escribo (pero quizá yo no sea un buen ejemplo, sino sólo una terrible advertencia)..."
En fin... Cuando ya estaba termiando el libro, se ha sentado a mi lado una mujer rubia, exuberante y enorme. He pensado inmediatamente en la noruega que fue novia de un actor que hoy es gobernador o algo así . Y no he tenido que acercarme yo rijosamente como suele suceder habitualmente. Es ella la que se ha sentado junto a mí. Pero he omitido un dato: llevaba un bebé. Un bebé al que le dio de mamar a mi lado. La esplendorosa rubia (¡seguro que noruega!) llevaba una camisa roja con botones, que ha desabotonado para sacarse su enorme pecho y darle de mamar al niño. Y yo me he quedado allí, feliz, fingiéndome padre escandinavo, que a su vez mamaba de Borges.

Anónimo dijo...

Ay,Alterego, esas escasas lecturas, esa confusión, ese desvarío. Escribir sobre Borges, ignorando todo sobre Borges, sobre Onetti, sobre Paz. No se ceben con él: en el pecado lleva la penitencia.
Aunque está demostrando que es el mejor parodista de si mismo.
Cervantes se moriría de envidia

Anónimo dijo...

Cuando tus dedos me rozan
me pones los pelos de las piernas como bosques de eucaliptos
pierdo la noción, la razón y la sinrazón
me mueres en vida por ese gozo
que se transmite desde tus yemas como la electricidad
traspasando mis vísceras
desde mi corazón hasta mi coño*.
(Nota: ya se que el coño no es una víscera, así que no se me critique esa parte, lo he puesto como climax poético.

Anónimo dijo...

A Daedaluss no le hace falta club de fans, pues es culta y con oído para la frase. Ya pueden muchos embaularse la Biblioteca Nacional que quedarán eternamente para la pequeña puñalada anónima.
Ella está en posesión de lo que Rimbaud llamaba la "alchimie du verbe."
Bueno, en nada me concierne la vanidad ajena.

Evinchi dijo...

Señor Rolando es usted denso pero interesante, vendré a seguirle leyendo.

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