muy buenas canciones... estas letras dicen mucho... y si en esa estanteria inferior izquierda, esquina sueños chiquitos e INALCANZABLES e IRREALIZABLES... siempre son las cuatro y diez... es muy buena hora... ¿quieres helado de fresa o prefieres que te pida ya el café?... sencillamente intensa.
pues yo no voy a olvidarlo... sé que me duelen estos días sin su presencia pero no quiero olvidarlo... lo extraño... mucho... pero sé que no importo... que nada cambiará.Me gusta esa canción... al igual que la de Sin tu latido...
Es cierto que a veces nos empeñamos en no sentir lo que sentimos... y tal vez sea la opción equivocada. ¿Por qué tenemos que mutilar una parte de nosotros, que al fin y al cabo los sentimientos y pulsiones lo son, sólo porque no sea lo adecuado, o lo correcto, o lo digno o lo esperado? ¿Por qué nos empeñamos en mantener una mal entendida, probablemente, dignidad? Qué coño, si yo quiero echar de menos a alguien, y no porque quiera, sino porque simplemente no puedo evitarlo, a quién le importa. Echémoslo de menos, pues, y que nadie venga, ni yo misma, a decirme que no debo hacerlo, que pierdo mi tiempo, que arrastro mi escaso orgullo por los suelos. Aunque no sirva de nada, aunque no conduzca a ningún lado, aunque no tenga sentido alguno...
da igual si el sentir duele o te llena de felicidad... lo importante, hablo de mi caso, es que no puedo negar que existe... existe y como bien dices, no tengo por qué disimular que hoy más que felicidad este sentir me trae tristeza... es así... a lo mejor no gusta... puede ser... pero es la realidad... y podría tener una vida mejor... decir sí a lo que está esperando... pero... mi mente nunca ha sido más poderosa que mi corazón...
Y es que soy muy mía y a la vez muy del cosmos, muy de las tinajas y de los moldes de galleta, de las vainas y los pomos cromados, de la cola y el carril más lento, de embalsamadores y taxidermistas, del rincón del aburrido; soy muy de los desprendidos de la crítica, fiestas provocadas y tijeretazo en casa, del orden cosas y cosas por vicio. Soy muy de todo esto y de aún más cosas. Sólo espero que alguien me reclame... sería muy violento tener que hacerlo yo misma...
Deja tus paranoias o tus deseos, gritos al aire, diarios, confesiones, declaraciones de amor o de guerra, o simplemente tu firma, tu mensaje, tus besos, saludos o consejo, bromas o entusiasmo, reminiscencias o cañones recortados, y ya descubriremos si tenemos algo de lo que hablar...
Ser ese pincel aguado por la lluvia que esboza en cada bocanada una bahía, dos volcanes y diez maneras de decir lo que deseas. Una bandada de gaviotas. La ginebra. Las noches sin futuro. Una colección de lunas llenas. Las verbenas de barrio. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Arrastrando la cobija. Tristezas a la carta por alegrías. Billie Holliday rasgando la noche. Una visita imprevista y deslenguada. Los calvos que se quitan el sombrero. Las noches "nuremberianas" al calor del Eulenspiegel repletas de ron, humo y conversaciones. Aquella voz, aquel acento."Mis" poetas: Á. González, Huidobro o Cernuda. La lluvia que parió charcos y barro. Viajar en tranvía. Volar cometas. Un par de botas sucias. El canto del urogallo. Alain Delon en "Rocco y sus hermanos". Caminar sobre hojas secas. Las tímidas que salen respondonas. Aviones que despegan. Las rosas amarillas, los lirios, las violetas. Las raras excepciones. ARJONA (con mayúsculas). Medianoche en una estación de tren. La honestidad brutal de Calamaro. Una tormenta sobre el azul inmenso del océano. Aquella buhardilla en la Peissenbergstr. Silvana Mangano en "Arroz amargo". Pisar charcos. El 14 (y la lluvia) de abril. Mi chupa de cuero. La Coca-Cola (nadie es perfecto). Besos con risas. Silvio y Ojalá como coartada. Lengua con besos. El castellano de Umbral. Esencia de playa y sal de un lugar donde habitaban las gaviotas. Pisar charcos. Un vestido y un amor. Salitre 48. EL hombre del piano. Luka, el niño del 2º piso. Compay y Celia, el son y la salsa de luto. La primera mirada por la ventana al despertarse. Las noches que sonríen en forma de luna. Estoy Bartok de todo. El olor a tiempo desgastado. Simon & Garfunkel. Waits & Cohen. Los trenes que viajan hacia el este. Rosas a Rosalía. En Lisboa, sobre lo mar. El cambio de estaciones. Dylan y su hijo Jakob. Un amanecer en la playa del Silencio. El piano ha estado bebiendo. Puentes que se cruzan en ambos sentidos. El Urriellu. Una Delirium Tremens. Las carreteras secundarias. Un otoño de párpados caídos. Los domingos al sol en el Englischer Garten. Camarón sin camisa. Frambuesas en la tarta. Las sesiones de madrugada. Las montañas mágicas de esta tierra que plantó mi corazón recibiendo el regalo de la lluvia. Chavela por Jose Alfredo. Los labios que aprovechan los rincones más olvidados, más olvidables. Veloso y su fina estampa. El miedo, el futuro incierto, el camino, la búsqueda. Je vous ai apporté des bonbons parce que les fleurs c'est périssable. Los que pudieron ser y no han querido... Dream, baby dream.
8 perdidos en el laberinto:
Grande Aute..
muy buenas canciones... estas letras dicen mucho... y si en esa estanteria inferior izquierda, esquina sueños chiquitos e INALCANZABLES e IRREALIZABLES... siempre son las cuatro y diez... es muy buena hora... ¿quieres helado de fresa o prefieres que te pida ya el café?... sencillamente intensa.
-Fotógrafo: Es que esa canción tiene un algo...
-Neira: Y en el caso de "Las cuatro y diez", lo que tiene es ángel...
si lo que tiene es ángel... ya es más que suficiente... para que más?
Y nada más... tan sólo nada más. Lo que me recuerda que de alguna manera tendré que olvidarte... again.
pues yo no voy a olvidarlo... sé que me duelen estos días sin su presencia pero no quiero olvidarlo... lo extraño... mucho... pero sé que no importo... que nada cambiará.Me gusta esa canción... al igual que la de Sin tu latido...
Es cierto que a veces nos empeñamos en no sentir lo que sentimos... y tal vez sea la opción equivocada. ¿Por qué tenemos que mutilar una parte de nosotros, que al fin y al cabo los sentimientos y pulsiones lo son, sólo porque no sea lo adecuado, o lo correcto, o lo digno o lo esperado? ¿Por qué nos empeñamos en mantener una mal entendida, probablemente, dignidad? Qué coño, si yo quiero echar de menos a alguien, y no porque quiera, sino porque simplemente no puedo evitarlo, a quién le importa. Echémoslo de menos, pues, y que nadie venga, ni yo misma, a decirme que no debo hacerlo, que pierdo mi tiempo, que arrastro mi escaso orgullo por los suelos. Aunque no sirva de nada, aunque no conduzca a ningún lado, aunque no tenga sentido alguno...
da igual si el sentir duele o te llena de felicidad... lo importante, hablo de mi caso, es que no puedo negar que existe... existe y como bien dices, no tengo por qué disimular que hoy más que felicidad este sentir me trae tristeza... es así... a lo mejor no gusta... puede ser... pero es la realidad... y podría tener una vida mejor... decir sí a lo que está esperando... pero... mi mente nunca ha sido más poderosa que mi corazón...
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