viernes, enero 29, 2010

Getting blues




Tarde de domingo recién estrenada, sugus de cereza y un par de cervezas mediadas. El bip-bip anunciando un SMS a destiempo opacando a Lamontagne. Como hace tiempo que dejé de pretender ser original me siento junto al teléfono para conjurar que suene aunque haya decidido que yo no voy a llamar, nunca me ha gustado el camino más corto. Ciertamente no es que me importe que suene o no, casi preferiría que no lo hiciera, he pasado de quererlo compartido, al todo o nada, y del todo o nada, a no conformarme con nada. Hace tiempo que aprendí a vivir con menos que eso.


2 perdidos en el laberinto:

Nebroa dijo...

Prefiero la nada a la mitad. O lo que es lo mismo, la soledad a la compañía que no tiene la intimidad que pueden y deben arrojar (sólo) un par de corazones

Anónimo dijo...

Para ti la nada es un mundo, el que has creado en este blog lleno de suspiros y lamentos.

RECOMENDACIÓN: El prozac en ocasiones puede ser todo un consuelo, visite a su farmaceutico.

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