Halt mich

"Halt mich nur ein bißchen,
bis ich schlafen kann".

Exactamente en un mes ya no estaré aquí, aunque haya un camino de regreso tras dos aviones y tres aeropuertos, a la ida, y a la vuelta. Boina y bufanda, moscovitas y buenos deseos en la maleta. Las rebajas de enero al acecho, promesas de viajes y de visitas, de trenes que viajan hacia el este para regresar a los lugares donde nunca se ha estado. De ser sincera no me apetece en absoluto, aunque interponer kilómetros de distancia siempre se me haya dado de maravilla y nunca me haya servido absolutamente de nada. Hace muchos años, mi uruguayo preferido ya me dijo "esa es la vaina, Evita, a ti siempre te llevas contigo, vayas a donde vayas". Y a modo de ejemplo, él se fue llevándose consigo mismo.