martes, marzo 04, 2008

Escrito con lluvia


Hoy llueve, a ratos tímidamente como si al cielo se le hubiera olvidado. Desde ayer por la tarde hemos sacado los paraguas a pasear y lucimos abrigos y gabardinas sin complejos. Sé que durará poco en este invierno que no se ha dignado a serlo y se ha pasado los meses esquivando nevadas y heladas, pero para mí media tarde o media mañana de lluvia aunque no suficiente supone un alivio.

Me gusta caminar bajo la lluvia y mojarme cuando ésta aún es incipiente aunque siempre vaya con un paraguas en la mano y de ahí la curiosidad y extrañeza con la que te miran gran parte de los peatones que no entienden que teniendo la oportunidad de resguardarse una elija la intemperie. Un amigo que vino del sur hace unos cuantos inviernos siempre decía que le parecía asunto de magia como aparecían los paraguas en las manos de los viandantes en cuanto comenzaban a caer las primeras gotas o cuando las nubes se tornaban en presagio de orbayu. No sabía él de la arraigada costumbre, especialmente entre las señoras, de llevar siempre a mano un paraguas de esos plegables que caben en cualquier parte y por tanto nunca están a la vista hasta el momento de hacerse necesarios. He de decir que son trastos inútiles, demasiado pequeños para protegerte si le da por llover con ganas y demasiado débiles para aguantar la más mínima acometida del viento. Pero yo los prefiero a los grandes y tradicionales aunque den cabida a compañía bajo ellos. Al menos no los dejo olvidados en papeleras y barreños pues siempre acaban en mi maxi bolso donde todo cabe.

No los olvido, cierto, pero eso no significa que en más de una ocasión, aunque no este invierno y ya van cinco, hayan salido volando por los caprichosos deseos del viento empeñado en dejarme al descubierto de la lluvia las más de las veces bordeando la Plaza de Europa camino hacia la que una vez fue mi casa. Gijón, ciudad abierta al mar le tiene especial querencia al Nordeste y éste a los paraguas ajenos.

5 perdidos en el laberinto:

Anónimo dijo...

HOLA
como dice una cancion puesta por ti
a mi me pone la lluvia en la cara.

me encanta, es una sensacion fantastica la humedad, el olor de la hierba mojada, y relaja mucho las gotas en el suelo.

Basquiat dijo...

aqui en lima, no ahora sino en los inviernos lo que tenemos por lluvia es una burla de ella, unas gotas pequeñas y dispersas que mas parece fueran arrojadas de forma horizontal, ya que antes de caer sobre la cabeza caen sobre el rostro, asi que màs practico que un paraguas, serían unos lentes de buceo, que divertido ver a todo el mundo por las calles con lentes de buceo, nadie lo hace aun, pero es lo que yo recomendaria.
me encantó tu lugar, volveré.

CurroClint dijo...

Todo paraguas
si es pequeño y plegable
ocupa menos...

Haiku-beso lógico

Necio Hutopo dijo...

Y bueno, la próxima vez que vea un paraguas volar solitario en medio de la lluvia ya sabré en quién pensar...

Daeddalus dijo...

En lo que llevamos de invierno, ya primavera, no he perdido ninguno. Tendrá que ver que ha llovido poco y mal, pero desde hace una semana parece que el tiempo ha recuperado la cordura y probablemente recupere yo también mi afán y querencia, cual Maga, por despedirme de los paraguas.

Related Posts with Thumbnails